Montando nuestro hub domótico (1) – Objetivos

Si eres de los que aprecia ser dueño de su propia vida, ser dueño y señor de tu casa inteligente, pasa por montarte tu hub domótico, optando por aquellos dispositivo que más te convengan, desligándote de las barreras que, históricamente, nos han impuesto los fabricantes y conformando un ecosistema flexible con el que te sientas cómodo.

Iniciamos usa serie de artículos en los que vamos a desarrollar esta idea de montarnos nuestro propio hub domótico. ¿Te apuntas a vivir una nueva aventura?

Objetivos del proyecto

Gestión local

Cuando dependes de nubes de fabricantes de sistemas domóticos añades un posible punto de fallo, latencias y, muy probablemente, estás desnudándote (quiero decir perdiendo privacidad).

Fíjate en el siguiente diagrama, que puedes consultar en este enlace. Se trata del funcionamiento de Alexa, vía su app en el móvil o un Echo Dot.

Básicamente, usando el ejemplo de encendido de una bombilla:

  1. El usuario ordena la activación de la bombilla desde dando la orden por voz a un Amazon Echo.
  2. El Amazon Echo transmite esa orden a la nube de Amazon.
  3. El skill para la marca de tu bombilla, que reside en la nube de Amazon, recibe la orden, la interpreta y ejecuta, reenviando esa orden a tu bombilla… en el mejor de los casos. En el peor de los casos esa orden va a la nube del fabricante de tu bombilla, que es quien se la retransmite a tu bombilla y, adicionalmente, informa del cambio de estado de la bombilla a la nube de Amazon y ésta a tu app de Alexa.

Sin Internet en casa, tu bombilla no se enciende.

Con el viento a favor, pasan 2 cosas:

  1. Se ha enterado hasta el último mono de que has encendido la bombilla (pierdes privacidad).
  2. Entre tanto ir y venir por el espacio sideral, la bombilla se enciende con un tiempo importante de retraso (latencia).

Si ahora la bombilla se enciende dependiendo de un sensor… puedes ir a tomarte un café a casa del vecino.

En 2021 OSRAM cerraba su servicio dejando tirados a los usuarios de sus productos domóticos, no pudiendo usarlos desde fuera de casa. Afortunadamente, su uso en local sí se mantuvo.

También en 2021, caía el servicio en la nube de Smart Life, dejando colgados a muchísimos usuarios en todo el mundo. ¿Te imaginas una casa domotizada teniendo que encender velas porque las luces no funcionan?

Una gestión local de tu domótica soluciona esos problemas; no soy partidario de la domótica basada en, por ejemplo, dispositivos Echo Dot y skills.

Diversidad y economía

Si en la cocina de tu casa dispones de escasos ingredientes, no van a ser muchos los platos que vas a poder elaborar. Además, sin dejar a un lado la calidad, intentas que la cesta de la compra no se te dispare de precio.

Con los dispositivos IoT busco lo mismo: tener un abanico suficiente para optar por un dispositivo que resuelva mi necesidad y que ese dispositivo sea lo más económico posible.

Existen distintos protocolos y los fabricantes basaron sus estrategias de venta ligándose a algún protocolo concreto. La idea es optar por protocolos donde haya distintos fabricantes compitiendo, con una amplia gama de productos, guerreando entre ellos en precio, de manera que pueda elaborar cualquier plato a un precio competitivo.

Lingua franca

Lingua franca es un término para significar que dos partes que se comunican usan un idioma, normalmente no nativo a ninguna de las partes, para entenderse entre ellos.

Lo que busco es evitar hubs y gateways de los fabricantes, así como el «vendor lock-in», de forma que pueda dejar atrás esas «ataduras» que tanto lastre han supuesto durante muchos años en la domótica (y que persisten incluso con Matter).

Además quiero dejar abierto el sistema domótico, de forma que pueda incorporar dispositivos que usen distintos protocolos. Este punto me permite abrir aún más el abanico a la diversidad y libertad de elección.

App única

One ring to rule them all, one ring to find them, one ring to bring them all and in the darkness bind them»

Bueno… tratemos de evitar que la oscuridad ate a todos los dispositivos entre ellos, pero creo que la frase de «El señor de los anillos» nos viene al pelo para entendernos.

Los usuarios del ecosistema domótico, idealmente, deberían tener una sola aplicación para manejarse con la domótica de casa, para controlarla, o, de otra forma, complicas mucho la experiencia de uso a la gente que lo único que quiere es que las cosas funcionen sin tener que tomar paracetamol cada 8 horas.

Ubicuidad

Manejar la domótica en cualquier situación es básico.

Tanto si estás en tu casa, como en la oficina, como de vacaciones en el extranjero, es muy probable que tengas que interaccionar con tu sistema domótico. Esa interacción la tendrás que hacer desde algún dispositivo; a veces será tu ordenador, otras tu teléfono inteligente, etc.

Es fundamental que preveas esta capacidad de interacción en cualquier momento y desde cualquier lugar.

Topología de red mallada

La topología de una red se refiere a cómo está diseñada, organizada, definiendo la forma en que se colocan los distintos nodos que la conforman y, en consecuencia, cómo se interconectan y se transmiten los datos.

Es como organizar las calles de una ciudad, donde los edificios son los nodos. Para ir de un edificio a otro tomarás una calle u otra según estén esas calles organizadas.

Existen distintos tipos de topologías: anillo, bus, árbol, estrella, … y la mallada.

A diferencia de una red en estrella, como la que se genera en una WiFi, donde si cae el router no hay conectividad entre los dispositivos, en la mallada la información puede viajar por diferentes caminos, de manera que si llegara a fallar un nodo, se puede seguir intercambiando información entre los nodos.

Cuando un dispositivo quiere enviar un mensaje a otro puede hacerlo directamente si el receptor está dentro de su alcance; si no es así, tiene que apoyarse en otros nodos para que éstos retransmitan el mensaje hasta que llegue a su destino.

No saturar WiFi

La saturación de las redes suele producirse por un aumento de la actividad o de los usuarios de la red, de modo que la red no puede asimilar todo ese tráfico de forma efectiva, es decir, congestionamos la red, y esto se traduce en demoras en la comunicación, pérdida de información o la imposibilidad de establecer nuevas conexiones.

Una consecuencia de la congestión es que un aumento de la actividad lleva a una disminución del  throughput de la red (cantidad de datos por unidad de tiempo).

Huir, siempre que puedas, de IoT basada en WiFi reducirá tu factura de ansiolíticos en la farmacia 😉

El proyecto

Mi opción personal a la hora de conformar mi domótica ha sido HomeKit, como sistema domótico, y dispositivos Zigbee, principalmente, que no son capaces de entenderse con él .

Para alcanzar ese entendimiento mutuo montaremos una pieza que permita a HomeKit dialogar con esos dispositivos Zigbee (con los WiFi y Matter ya lo hace de forma natural), es decir, realizar conversiones de protocolo (un gateway) y transmitir datos entre 2 tipos distintos de red (un bridge).

Permíteme la licencia de hablar de hub porque, en el fondo, lo que vamos a montar lo es, pero desvitaminado. A lo que realmente va a estar dedicado el «bichillo», es a la faceta de gateway contra HomeKit.

Aclarado el propósito de esta serie de artículos, ¡empecemos por el principio!… pero en el siguiente artículo de esta serie.

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