Ya vimos en el artículo anterior que la correcta ubicación del router es un aspecto clave en un hogar conectado, especialmente cuando va a ser el elemento único de nuestra electrónica de red que proporciona esa conectividad global. De esa ubicación del router va a depender alcanzar o no puntos en que requerimos conexión, así como la velocidad de transferencia que conseguiremos.
Un ejemplo de alcance y velocidad WiFi real
Os quiero recordar algunos datos reales que proporcionamos en el artículo anterior y que os darán una idea de la importancia de ubicar correctamente el ‘router’.
Las velocidades medias de transferencia en WiFi n de paquetes entre un receptor y emisor situados en un mismo plano horizontal, donde el receptor se haya en un punto fijo junto al ‘router’ han sido:
Distancia (m) | Potencia (dBm) | Velocidad (Mbps) |
---|---|---|
0 | -28 | 25,5 |
6,75 | -70 | 13,3 |
13,5 | -82 | 2,3 |
La velocidad media de transferencia de paquetes desde un emisor hasta un receptor, ambos conectados por cable, ha sido de 94,4 Mbps
Si piensas que película en 1080p (HD) requiere de entre 8 y 12 Mbps, te das cuenta de que con los datos de la tabla no puedes irte más allá de los 6 metros de distancia para ver la peli a través de la WiFi.
Además, debes tener en cuenta que las conexiones WiFi no son estables, sufriendo fluctuaciones de velocidad.
Si piensas que esa misma película ocupa del orden de 8GB y quieres copiarla de un PC a otro, vía WiFi, y en el mejor de los casos, te llevaría 43 minutos (a razón de 0,0031 GB por segundo)
Buscando el punto ‘G’
Lo ideal sería establecer la ubicación del router en un punto en el que seamos capaces de dar cobertura a todas las zonas de la casa en que requerimos señal, tratando de evitar que éste quede tapado
por tabiques o muebles, ni que sea interferido por señales de otros aparatos. Quizás el lugar ideal sería el techo, en un punto equidistante a todas esas zonas en las que queremos conectividad. Si tuviésemos una casa con dos platas quedaría centrado, por ejmeplo, en la planta baja y lo más próximo posible a la planta superior. ¡Solucionado! Pues no…
El router necesita ser conectado a una toma ADSL/fibra y a un enchufe, y dudo que los tengáis en el techo, y tampoco creo que estemos dispuestos a tirar metros de cable por una canaleta para llegar hasta a las tomas. Así pues, habrá que ubicar el router en un punto próximo a las tomas, que quede lo más equidistante posible, tratando de evitar cualquier obstáculo… Vaya, la cosa se complica.
Además, es probalble que tengas dispositivos que vas a querer conectar por cable (porque no disponen de WiFi, porque necesitas una conexión estable y veloz -que sólo el cable te puede proporcinar-, porque no quieres satrurar el ancho de banda de la WiFi con muchas conexiones, etc), con lo que esos dispsitivos van a tener que estar cerca del ‘router’ para poder pincharlos
con el cable. Si además vas a usar el ‘router’ como servidor de impresión o de ficheros, necesitarás tener junto a él, y conctados al puerto USB, la impresora o el disco externo (ojo, no todos los ‘router’ soportan estas caractaerísticas).
Por tanto, para determinar la mejor ubicación debemos tener en cuenta:
- las zonas de la casa donde necesitamos realmente conectividad.
- el tipo de dispositivos que requieren de conectividad y de dónde necesitan consumir/almacenar contenidos.
- dispositivos adicionales que van a ser conectados al puerto USB.
- dónde tenemos la toma de ADSL/fibra y la de electricidad en la casa.
- barreras físicas (suelos, paredes, muebles) y zonas de interferencia.
Una decidida la ubicación del router debes tener presente algunas cosillas:
- Que llegue señal a un punto no es garantía de buen funcionamiento: cuando la potencia de señal es baja (a partir de -80 dBm) las prestaciones se degradan rápidamente. Los valores óptimos de potencia de la señal que llega al dispositivo inalámbrico están entre -30 y -70 dBm
- No todos los routers tienen la misma capacidad de generar ondas más o menos potentes: la zona de máximo alcance de un router a otro varía, cosa que hará que la señal llegue o no a zonas más alejadas. Seguramente con un ‘router’ que no sea el de la operadora, ubicado en el mismo sitio, obtendrás una mejor cobertura.
- Si puedes hacerlo, usa el cable en lugar de la WiFi para conectar dispositivos.
Así pues, ya tenemos una solución sencilla a nuestra problemática compleja. Para ello, el router WiFi de tu proveedor puede ser suficiente, en teoría, pero en el supuesto práctico que trabajaremos veremos que no resulta suficiente, y habrá que complicar un poco la solución.
La serie completa de «Creando un hogar conectado»
- Introducción
- Un router para todos
- Ubicación del router (este artículo)
- Configuración del router
- Electrónica de red acorde a los contenidos
- Extensión de la red
- Cuellos de botella
- Caso práctico
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