Creando un hogar conectado (8) – Caso práctico

Cloud connections
"Cloud Connections" bajo licencia Resthot

Dentro de la serie “creando un hogar conectado” hemos visto un montón de cosas relativas al mayor de los problemas que nos encontramos cuando queremos disfrutar, toda la familia, de conectividad en nuestros hogares: la velocidad de transmisión.

La velocidad de transmisión, como vimos, depende de muchos factores: el ancho de banda contratado, lo bueno o malo que sea el router de la operadora, el tipo de WiFi de que dispongas, las interferencias en la señal, …

Es momento de poner un caso práctico para que veamos una solución concreta a un problema concreto.

Cada caso de uso, cada problema concreto, cada necesidad específica, cada escenario particular, son distintos y, por ende, le puede corresponder una solución diferente a tu hogar conectado.

Mi escenario

En casa somos 3. Vivimos en un pareado, bastante más largo que ancho, distribuido en 2 plantas, en una zona de pocos vecinos (sin edificios en vertical).

En la planta baja está el salón-comedor, la cocina, una habitación usada como despacho y un baño. En la superior hay 3 dormitorios (uno lo usamos de zona de planchado y de ensayo de mi hijo con el violoncelo) y 2 baños. Solemos hacer vida, principalmente, es en la planta baja.

Hay momentos en que cada uno hace uso de un equipo, consumiendo contenidos, pero hay otros equipos conectados, como servidores NAS, gateways de domótica, etc.

En ocasiones yo puedo estar viendo Moto GP en DAZN, en la TV de la sala-comedor; mi mujer viendo una serie de Amazon en el iPad desde el jardín; mi hijo viendo “sus cosas” en Youtube, con mi portátil en su habitación, y todo ello en la máxima calidad posible, mientras el resto de equipos están, también, haciendo sus cosillas.

Una limitación es que la fibra, donde conecta la ONT, está pasada por el conducto del teléfono al despacho. Esto me impide, o complica, ubicar el router en un punto equidistante y elevado, como aconsejaba en el capítulo 3, sobre la ubicación del router.

Sí, la teoría está muy bien, pero no siempre vivimos en un mundo ideal.

Que el router se instalase en el despacho, y que éste sea el lugar donde “me encierro” para estudiar, escribir el blog, cacharrera, etc, ha convertido el despacho en el lugar donde acumulo la mayor parte de trastos que dan servicio tecnológico en casa.

No he llegado a la solución de hogar conectado que actualmente tengo implementada de un día para otro. A medida que ha ido pasando el tiempo mis exigencias han evolucionado, mis posibilidades económicas para adquirir “piezas” del actual puzzle han llegado en cuenta gotas, algunas tecnologías han hecho aparición, etc.

Digo esto porque una cosa es que te inspires en mi solución para establecer la tuya y otra que no debas desarrollar soluciones provisionales, de transición, porque, simplemente, como me pasó a mí, no puedes abordar el gasto de un día para otro.

Mi solución actual

Router

Es la pieza clave de un hogar conectado.

Sí, lo reconozco y no me avergüenzo; uso el que me dio la operadora en 2015. Es una 💩, pero he subsanado sus defectos con algunos apaños que veremos.

Lo uso exclusivamente como puerta de entrada y salida a Internet, asilado del resto de componentes. No uso su WiFi, no conecto equipos a sus puertos ethernet (sólo un switch del que luego hablaremos), no uso su DHCP… nada. Ningún tráfico de datos interno a mi red pasa por él.

Esto es así porque llegó un momento en el que el pobre llegaba a dejar de dar servicio y había que reiniciarlo semanalmente; no podía con todo.

El router está ubicado en el despacho, en uno de los extremos de la casa, en planta baja.

Cableado

Mi máxima es que todo aquello que se pueda conectar por cable, va por cable y no por WiFi. Si has leído el capítulo 7, sobe cuellos de botella, ya sabrás porqué.

Decidí en qué lugares quería hacer llegar cable, lo compré (estructurado apantallado CAT7 S/FTP de 10Gbits), e hice venir un electricista para “tirarlo” y grimparlo.

El punto neurálgico de toda mi LAN es el despacho, y es en este punto desde donde salen los 4 cables que van a las distintas dependencias:

  • 2 cables van al comedor, a 2 puntos distintos
  • 1 cable va al dormitorio principal
  • 1 cable va al dormitorio de mi hijo

La intención era hacer llegar cable a las dependencias que lo requerían para, a partir de ahí, distribuirlo.

Switches

Tengo 2. Uno de 16 puertos, junto al router, en el despacho, y otro de 5 puertos la sala-comedor, conectado a uno de los cables que llegan allí.

El primero, el de 16 puertos, aísla el router del resto de la red para que éste sólo es preocupe de hacer de puerta hacia/desde Internet; para todo lo demás, está este switch, que es donde acaba todo conectado (es como una gran rotonda a la que van a parar multitud de calles). Es mi centro neurálgico de mi LAN.

El segundo, el de 5 puertos, sirve para que uno de los cables de la sala-comedor pueda usarse para la TV, el Apple TV y el equipo HiFi, quedando un puerto libre.

WiFi

El router no da WiFi; ésta está delegada a una red mallada (mesh) de 3 nodos, 2 en la planta baja (despacho y sala-comedor) y otro en el dormitorio principal de la planta superior.

De esta forma no nos queda ninguna zona sin WiFi o con una señal WiFi deficiente, incluyendo el jardín.

Los nodos están conectados en forma de estrella con el switch principal vía cable, usando el backhaul sobre ethernet y no sobre WiFi (las redes malladas tienen una WiFi adicional y específica para ello, de ahí que se anuncien como tribanda, para no interferir en la WiFi de usuario final).

De esta forma, comunicando los nodos sobre cable y no sobre WiFi para backhaul, obtenemos todos los beneficios del cable, ganando fiabilidad, estabilidad, velocidad y garantizando el máximo ancho de banda que permite el hardware.

Un detalle no carente de importancia es que los nodos mesh de que dispongo, tienen 2 puertos ethernet. Uno lo uso para el backhaul y el que queda libre puedo usarlo, en caso de necesidad, para conectar un equipo o un switch.

Equipos para servicios

El router que tengo es el de operadora. No solo no es un router versátil, sino que me ha dado problemas, de manera que he ido trasladando o creando servicios de infraestructura de red en otros equipos.

Concretamente tengo 2 equipos ejecutando servicios de red:

  • Raspberry Pi: se encarga del DHCP, el DNS, el filtrado de anuncios y tracking, el bloqueo de servicios y sitios web y del log de accesos.
  • NAS Synology: se encarga de la VPN y servicios de archivo (SMB, AFP y WebDAV).

El NAS, además, me provee de muchos otros servicios, entre los que destacan:

  • Streaming de música y vídeo
  • Fototeca
  • Nube privada
  • Backup de equipos

También hay equipos encargados de la domótica y la seguridad, que hacen de centralita de dispositivos como sensores, cámaras, enchufes, interruptores, etc., que van conectados al switch principal con cable, si es posible.

Como he comentado en esta serie de artículos, no me gusta que cada dispositivo domótico se conecte por WiFi; prefiero tener hubs a los que se conecten éstos vía otros protocolos, como ZigBee, liberando la WiFi.

Equipos de usuario

Los equipos de usuario son los dispositivos que usamos nosotros, con los que interaccionamos directamente.

Siempre uso la misma máxima: todo dispositivo con ubicación fija, si tiene ethernet, y es posible hacerle llegar cable, va por cable. Esto, en mi caso, aplica a: la TV, el Apple TV, el equipo HiFi, los altavoces (SONOS), el ordenador y la video consola.

El resto de dispositivos, bien porque son “en movilidad” o porque no tienen ethernet, van por WiFi: tablets, smartphones, asistentes de voz, portátil, Kindles, …

¿Cómo empecé?

Inicialmente mi arquitectura era muy sencilla: router de operadora, al que iba conectado el NAS, usando la WiFi de router, y conectado a un PLC; otro PLC en la sala-comedor para hacer llegar la red al Apple TV al que iba conectado a la TV no inteligente que tenía antes.

Más tarde adquirí un punto de acceso para tener mejor señal de WiFi en la sala-comedor, conectado a otro PLC.

Conclusión

No existen soluciones “café para todos” (bueno, existen, pero no son las más idóneas). Tu solución particular dependerá de tu problema y circunstancias particulares.

Algunos de los factores que pueden influir en tu propia solución son: el tamaño, distribución y construcción de tu hogar, la zona en la que vives, cuántos soys en casa, el tipo de contenidos que consumes, la cantidad de interferencias que tengas, el router que uses, etc.

Es importante que tengas en mente qué necesitas hoy; pensar en un mañana que no sabes si llegará te hará gastar más de lo necesario y, probablemente, incurras en obsolescencia tecnológica si haberle sacado partido (yo no tengo equipos 10G, ni WiFi 6, por ejemplo).

Hay algunas inversiones a largo plazo y hoy día económicas que sí te aconsejo acometer: tirar cable y una red mesh.

Espero que con este caso práctico tengas una referencia viable para tu futuro proyecto de hogar conectado

La serie completa de “Creando un hogar conectado”

  1. Introducción
  2. Un router para todos
  3. Ubicación del router
  4. Configuración del router
  5. Electrónica de red acorde a los contenidos
  6. Extensión de la red
  7. Cuellos de botella
  8. Caso práctico (este artículo)