Era post PC. ¿Pastilla azul o roja?

The red pill
Imagen The Red Pill  por  Henti Smith  (CC BY-NC-ND)

Esto de la Era post PC es un tema que va de pastillas…

¿Has visto Matrix? ¿Recuerdas la escena en la que Morfeo le ofrece a Neo el elegir entre tomarse una pastilla azul y una de roja? La azul significa seguir viviendo en el mundo virtual que han creado para ti, permanecer en la ignorancia; la roja la realidad, abrazar la verdad, por cruda que ésta pueda ser.

Desde el lanzamiento del iPad Pro, y en especial desde la incursión en el mercado del nuevo modelo 2018, muchos siguen queriendo darnos la pastilla azul de esa era post PC en la que, supuestamente, este tipo de dispositivos nos permiten abandonar los ordenadores al uso; algunos se atreven incluso a hablar de una «nueva iteración de la era post PC».

En el nº 106 del posdcast de Esto con Jobs no pasaba se aseveraba que el iPad Pro no es sustituto del portátil o del ordenador, que cada uno debe analizar los usos que le da al equipo y determinar si da o no respuesta a esas necesidades, pero lo cierto es que, en líneas generales, quienes participaron en ese programa, y en otros de la podcastesfera, nos tratan de dar la pastilla azul con lo de la era post PC.

En su momento di mi opinión respecto de la era post PC y de las capacidades del iPad, y una generación más tarde sigo en mis trece. El iPad Pro no puede hacerlo todo.

Y tú, ¿crees que realmente vivimos en una era post PC? ¿Por qué pastilla optas? ¿La que abraza desechar tu portátil u ordenador de sobremesa en favor del nuevo becerro de oro o la de observar la realidad que te rodea?

Funambulismo a baja altura y con red

Me crea cierto resquemor observar como reputadas figuras del podcasting, youtubers o twitteros a los que sigo y admiro tratan de darnos la pastilla azul en el tema de la era post PC, con eso de que el iPad es la herramienta que permite dejar el portátil en casa como pisapapeles de lujo.

Abundo en dicha desazón al observar que no son capaces ellos mismos de descartar en sus procesos productivos ordenadores al uso; es decir, nos cuentan cuán excelso es el iPad Pro pero con la red de seguridad que les brinda disponer de un Mac para garantizarse hacer todo aquello donde no llega el iPad Pro.

La pastilla de la portabilidad

En términos de portabilidad sin duda el de 11» es realmente genial, sin embargo el iPad Pro de 12,9» es más bien transportable, y no el adalid de la portabilidad. Este modelo con teclado (para poder comparar con un MacBook en términos de pantalla) se asemeja más a un portátil que a un equipo ultra portable.

Date cuenta: el peso del iPad Pro de 12,9» de 2018 con teclado está en unos 1.342gr, mientras que el MacBook Air de 2018 del está en 1.250gr y el MacBook Pro de 2018 en 1.370

Cuando se trata de editar fotografía y vídeo, ¿realmente vas a usar la pantalla de un iPad para eso?. Este tipo de profesionales suele requerir un monitor ex profeso, y un monitor te «ancla» a tu puesto de trabajo.

A esa supuesta portabiliad hay que darle un precio. Su coste, con 256GB de almacenamiento, el Smart Keyboard Folio y el Apple Pencil, está en los 1.623€, mientras que el MacBook Pro de 13» en los 1.755€ y el MacBook Air en 1.599€

Esos precios están demasiado parejos como para errar el tiro; irte a por el «PC killer» y darte cuenta de que no puedes llegar donde necesitas te va a salir caro.

La pastilla de la facilidad y la versatilidad

No voy a hablar de su excelsa pantalla, su bestial procesador o su potente y claro sonido, porque lo que cuenta es la usabilidad del producto y no sus especificaciones o características en bruto (¿recordáis el anuncio de Pirelli que rezaba «La potencia son control no sirve de nada»?)

Una de las carencias que para mí tiene en términos de usabilidad y versatilidad es la incapacidad o complejidad a la hora de realizar ciertas acciones básicas que realizas «sin más» con un PC, como conectarte a un servidor.

Un ejemplo: los vídeos que grabo con el iPhone los llevo a un NAS. Para editarlos con iMovie desde un MacBook se arrastra el archivo de vídeo a iMovie desde el Finder. En el iPad debes tener instalada la app específica de gestión de ficheros del NAS y descargar a la app Fotos los vídeos. A partir de ahí, ya en iMovie, añades esos vídeos a tu proyecto.

Otro ejemplo lo tenemos con Microsoft Word. Abrir un archivo en que no resida en tu iPad o en una de las nubes soportadas (un NAS o servidor de ficheros) requiere «importarlo» al iPad para luego, tras modificado, «escupirlo» de nuevo al NAS. Tampoco puedes tener 2 documentos abiertos simultáneamente como sí puedes hacerlo en tu PC.

Tampoco se pueden conectar discos externos; iOS no los reconoce. Sí reconocerá una tarjeta SD o pincho USB con fotos/vídeos, que podrás importar a la app Fotos, pero no documentos. Para ello tendrás que llevar el documento a una nube y de ahí bajarlo a la app Archivos, o bien disponer de una app específica desarrollada por el fabricante del pincho USB.

En definitiva, algo que resulta sencillo e intuitivo en un Mac es un dolor de cabeza en el iPad.

No veo una era post PC con tal falta de facilidad de uso y de versatilidad.

La pastilla del «vale para todo»

No todos tenemos las mismas necesidades. Debido al alto precio de este dispositivo, tienes que analizar en qué vector de uso te encuentras para decidir si el iPad Pro es realmente el iPad que requieres o si debes optar por un iPad más modesto.

En el nº 106 del posdcast de Esto con Jobs no pasaba se establecían los siguientes niveles de uso:

  1. Consumo de contenidos: el Pro no es tu iPad ni de lejos.
  2. Una segunda pantalla: consumo de contenidos e interactuación con él para entrar datos. El Pro no es tu iPad tampoco.
  3. Herramienta de productividad: aquí ya necesitas un teclado y el lápiz. En esta categoría caen usos como la lectura de ‘papers’ y documentos en pdf que requieren ser subrayados y anotados, así como aplicaciones ofimáticas.
  4. Diseño (Edición de fotos, vídeo, etc), o que suele denominarse «usuarios Pro»: aquí el lápiz es fundamental y el Pro tiene potencia mas que sobrada.

En mi caso no puedo dejar de lado el MacBook en favor del iPad, pues muchas aplicaciones o bien están capadas respecto a las del Mac, o bien, simplemente, no existen y no tienen un sustituto funcional (DEVONThink, DBeaver, Pentaho Data Integration, PyCharm, Archi, Modelio, ARIS, VirtualBox, …), así que no, el iPad no me vale para todo.

La pastilla del equipo único

Criatura, ¿tú te crees que Apple te va a vender sólo un equipo cuando te puede vender dos? Apple* lo que quiere es que allí donde no llega un iPad Pro uses un Mac.

Apple se ha preocupado de que haya cosas en las que el iPad Pro sea tu herramienta y cosas en las que lo sea un Mac, creando una zona común para que si estás en un dispositivo, no tengas que irte al otro para.

Sin pensar en el consumo de contenidos, sino en su creación no tiene sentido tener que cargar con dos dispositvos (iPad.y MacBook). Debes tratar de apoyarte en uno de ellos al máximo. Para ello algunos llegan al extremo de conectarse desde su iPad Pro remotamente a su Mac para poder hacer ciertas actividades, ergo necesitan un segundo equipo; con el iPad no les basta.

El hecho de que puedas usar el lápiz para tomar notas, anotar documentos, etc hace que el iPad Pro sea, quizás, el dispositivo al que debes apuntar en la mayoría de circunstancias (especialmente el modelo de 11»). Puedes usar procesadores de texto y hojas de cálculo, responder al correo, etc, aunque es algo más engorroso que con un Mac, pero para muchas otras cosas, directamente, el iPad es un torro o, simplemente, no puedes hacerlas.

En resumen

El iPad Pro dispositivo de computación diferente, con un sistema operativo de interfaz táctil, y no se concibe para un uso residual del lápiz; el lápiz es la interfaz del iPad, de la misma forma que lo es el ratón en el ordenador; de momento eso obliga a dirigir tu mirada, para muchas tareas, a la pantalla del iPad, no resultando de utilidad un monitor externo.

iOS no es MacOS, ni tienes las aplicaciones sobre él como para poder hacer del iPad un sustituto de un MacBook.

Llevarte en la mochila un iPad mola mazo, pero mejor el modelo de 11», porque el de 13» pierde terreno en movilidad respecto al de 11»

Con mucha probabilidad, con el iPad Pro no vas a poder hacer todo lo que haces con el MacBook, pero sí estarás gastándote lo que cuesta un MacBook Pro.

En definitiva, el iPad Pro no es un sustituto del PC; es una alternativa para hacer algunas cosas que hace un PC, pero de distinta manera, y otras que son nuevas y que no pueden hacerse des de un PC, de modo que lo veo más como una extensión o complemento del PC.

Dicho esto, te animo a que veas este vídeo y luego ya decidas si prefieres seguir tomándote la pastilla azul o si, por el contrario, vas a por la roja.

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