Una de las funcionalidades que han incorporado los sistemas operativos en los últimos años es la de poder comprimir y descomrimir archivos sin la necesidad de instalarte un software para ello y, al igual que nos pasa con los teléfonos móviles, en los que en lugar de enviarnos mensajes nos enviamos ‘whatsapps’, a los archivos o directorios los ‘zipeamos’ en lugar de comprimirlos y los ‘deszipeamos’ en lugar de descomprimirlos; y es que el formato de compresión ‘zip’ es quizás el más extendido.
Comprimir es realmente sencillo; te posicionas sobre el archivo o carpeta y con el botón derecho del ratón selecionas la opción Comprimir; y descomprimir es tan simple como hacer un doble click sobre el archivo comprimido.
Pero, ¿y cómo lo hacemos cuando queremos proteger el archivo comprimido para que únicamente aquel que tenga la contraseña apropiada pueda acceder a su contenido?. Bueno, pues para la compresión de archivos con contraseña tendremos que irnos hasta la línea de comandos para poder hacerlo, dado que desde el botón derecho no tenemos acceso a esta funcionalidad aunque se encuentra incorporada en el software de compresión.
Accediendo al directorio donde tengamos la carpeta a comprimir escribiremos lo siguiente, sustituyendo los nombres del archivo final a generar y de la carpeta a comprimir por los apropiados en tu caso.
1 | zip -erj Nombre_Archivo_Final.zip Nombre_Carpeta_A_Comprimir |
Se nos requerirá que demos y verifiquemos una contraseña.
Finalmente, si queremos descomprimir el archivo, hacemos doble click sobre él y nos requerirá la contraseña que hemos usado en la compresión par descomprimirlo.
¡Espero que os resulte útil!