Imagino que debe de ser cierta aquella frase del escritor, filósofo e historiador francés Voltaire que reza así: «Lo mejor es enemigo de lo bueno».
No hace tantos años enviábamos desde nuestros teléfonos móviles (sí, simplemente teléfonos, nada de smartphones), mensajes de texto a nuestros contactos (que estaban en la SIM del teléfono, no en una nube de servicios, como ahora). Los llamábamos así, mensajes de texto o, simplemente, SMS. No existían planes de datos, y las compañías telefónicas te ofrecían tarifas especiales para aquellos que habíamos hecho de los SMS un modo más o menos económico de comunicación frente a las llamadas.
Pero con el paso del tiempo, cosa inevitable, los teléfonos móviles evolucionaron hacia lo que ahora conocemos como smartphones y con ellos llegó la aplicación que se hizo indispensable en cualquier smartphone: WhatsApp.
WhatsApp llegó en 2009 para quedarse; entró en competencia con servicios tan extendidos como GTalk, Viber o Line, entre otros, haciendo que muchos de nosotros dejásemos de darles uso para quedarnos con WhatsApp. A partir de ese momento dejamos de enviar mensajes y pasamos a enviar ‘Whatsapps’ o a ‘Whatsappear’…
¿Cuál fue el éxito de WhatsApp frente al resto de soluciones de mensajería que en aquel momento existían? Pues en mi caso el hecho de que se trataba de una aplicación para smartphones multiplataforma, que se vinculaba a un número de teléfono y no a una cuenta de correo de un determinado proveedor, que permitía disponer de distintos grupos de conversación o que podías enviar imágenes fácilmente.
Pero en Agosto de 2013 llegó al ruedo de las aplicaciones de mensajería Telegram Messenger. Esta aplicación presenta toda una serie de ventajas que, para mí, hacen que se trate de una mejor herramienta de mensajería de lo que es el todopoderoso WhatsApp, y no acabo de explicarme porqué una inmensa mayoría de los usuarios de servicios de mensajería no está dando el cambio de una a la otra. Algunos puntos fuertes de Telegram frente a WhatsApp son:
- Privacidad: en Telegram no solo cuentas con cifrado de los mensajes entre emisor y receptor, sino que además puedes determinar mensajes y archivos que has remitido sean destruidos pasado un cierto período de tiempo.
- Seguridad: Telegram se ha construido pensando en la seguridad y, de hecho, se ofrece recompensa a aquel que sea capaz de vulnerar el servicio.
- Gratuidad: si puedes tener algo bueno y de forma gratuíta, ¿porqué pagar?
- Megachats: puedes tener chats con hasta 200 miembros, frente a los 50 de WhatsApp, aunque a mí, desde luego, con 50 me sobran.
- Envío de archivos: el envío de archivos es de hasta 1GB, y no existen limitaciones por cuanto al tipo de archivos que envías.
- Open Source: al tratarse de código libre, cualquiera puede mejorar o adaptar la aplicación.
- Independencia: no la ha comprado Facebook (como es el caso de WhatsApp) ni ninguna otra red social. Así pues no existe esa sombra sobre el futuro WhatsApp frente a Facebook Messenger o si la información de nuestros mensajes será utilizada por Facebook.
- Ligera y rápida: Telegram es más ‘ligera’, o sea, ocupa menos, y es más rápida ya que los servidores no se encuentran alojados en un solo lugar.
- Multidispositivo: sin duda, una de las mejores cosas que presenta Telegram. Puedes usarlo al mismo tiempo en distintos smartphones, tablets u ordendadores, y con una total sincronización entre ellos.
Y sobre este último punto quería llamar la atención de este artículo, y es que Telegram está disponible para cualquier dispositivo, sea smartphone, tablet u ordenador. ¿Acaso no es más cómodo poder chatear con el portátil o el PC de casa que con el teléfono? ¿Y si estás en el sofá con el tablet y te llega un mensaje? ¿No es mejor poder contestarlo desde allí mismo que tener que coger el móvil?
Telegram para dispositivos móviles existe para las plataformas iOS, Android y Windows Phone, mientras que para ordenadores podemos encontrarlo como solución de escritorio para Windows, OS X, distribuciones de Linux y, también, como aplicación web.
Para las versiones ‘desktop’ podéis acceder a https://tdesktop.com/ y realizar la descarga de Telegram Desktop para el sistema operativo que tengáis, o bien a http://labs.sialan.org/projects/sigram y descargaros Sigram, otro cliente ‘desktop’ que, de momento, sólo está disponible para distribuciones Linux y que se integra en Unity (para el caso de Ubuntu) en la barra de indicadores de aplicaciones. Si tenéis un Mac, también está disponible la descarga Telegram desde la App Store.
Para las ‘web apps’ podéis acceder a este cliente web y utilizar Webogram, o bien descargar la extensión de Webogram para Chrome instalable desde la Chrome Web Store
En mi PC de sobremesa uso Sigram. Sigram es un proyecto de software libre de la compañía iraní Sialan.labs que de momento sólo disponible para Linux. Si tienes Ubuntu lo descargas y ejecutas el paquete .deb (se abrirá el centro de software de Ubuntu). Verás que desde el centro de software, al intentar instalar da un error sobre la «mala calidad del paqueste». No desesperes… Abre el terminal, vete al directorio donde has descargado el .deb y teclea:
sudo dpkg -i sigram_0.7.0-1-amd64.deb |
Ya está instalado. Desde el centro de búsquedas teclea sigram y te aparecerá el icono. Lo pulsas y se abrirá.
Desde la aplicación, seleccionas el país, estableces el número de teléfono al que tienes asociado Telegram y recibirás en tu teléfono un ‘Telegram code’ que deberás introducir y validar en Sigram. Ya tienes acceso a él, así que a disfrutarlo.
En el MacBook uso la versión disponible desde la App Store. Una vez descargada, la ejecutas desde el Launchpad y el proceso es el mismo que el seguido con Sigram.
Con Webogram para Chrome, la forma de configurarlo es exactamentre igual, si bien el proceso de instalación se haces desde el navegador y como extensión del mismo, de forma totalmente transparente, a través del a Chrome Web Store. Como puedes observar en la imagen, la ‘web app’ queda integrada en las aplicaciones de Chrome. Y, finalmente, si no tienes este navegador, siempre puedes usar el cliente web.
Desafortunadamente, y sólo de momento, ninguno de estos clientes, que se encuentran en fase beta, disponen de chats secretos, con excepción de la versión para OS X, pero se espera que en próximas versiones si lo hagan.
Os dejo unas capturas de pantalla de los distintos clientes comentados, para que veais qué ‘look’ tienen una vez en funcionamiento, concretamente, y en este orden, el cliente de escritorio para OS X (Telegram), el cliente de escritorio para Linux (Sigram) y la extensión para Chrome (Webogram):
Así pues, si bien la base instalada de WhatsApp es tremenda respecto de la de Telegram, este último va ganando terreno poco a poco quizás, entre otras, por la sencilla razón de que puedes usarlo en cualquier dispositivo, pero lo cierto es que el hecho de que muchos de nuestros contactos no tengan presencia en Telegram y sí en WhatsApp hace que sea difícil, o casi imposible, arrebatar esa posición hegemónica a WhatsApp en el mundo de la menjareía ¿Y tú? ¿Te vas a subir al carro de Telegram?