Era en 1997 cuando la compañía Ericsson acuñaba el término «Smart Phone» (SP) con el lanzamiento de su modelo GS88. Fue el primer paso hacia una «Smart Life» de una sociedad que ve como, de forma inexorable, la tecnología forma parte de su vida cotidiana y que en su mano tiene el centro de control de la misma. Pero… ¿qué es la «Smart Life»? Os lo explico con una historieta.
7:00. Suena el despertador de tu SP. Es Octubre; ni frío ni calor, así que antes de dirigirte al armario para escoger las prendas con que vestirte, consultas en tu SP la predición del tiempo (AccuWeather). Mientras desayunas tu SP te notifica de que faltan 3 horas para tomar un avión dirección Barcelona; sobre impresionados en él todos los datos del vuelo y el tiempo en tu ciudad destino (WorldMate). Revisas tu agenda de reuniones en el SP (BusinessCalendar) para verificar que tienes toda la documentación necesaria cargada en tu MicroSD del SP. Justo antes de salir de casa, suena la alarma de lluvia (RainAlarm), así que coges el paraguas.
Mientras esperas frente a la puerta de embarque, aprovechas para contestar con tu SP algunos correos electrónicos de tu cuenta de Exchange de la oficina y también de tus cuentas personales de Google y Hotmail. Es momento de embarcar. Pones en pantalla de tu SP el código QR de tu tarjeta de embarque y te dan acceso al avión. Ya en él, decides arrellanarte en el asiento, cerrar los ojos y relajarte escuchando algo de música con el reproductor del SP.
Llegas a destino. Decides ir en metro hasta el punto de reunión, así que abres el navegador web de tu SP, localizas la página del metro de Barcelona y decides ruta y transbordos. Ya en el metro, te informas de lo que sucede en el mundo y lees los ‘feeds RSS’ a los que estás suscrito (Google Reader) y ya de paso, le envías un mensajito a la parienta con tu flamante SP «Cari, acabo de llegar a BCN… y ya te añoro», y ella te contesta con un emoticono de un corazón (WhatsApp).
Sales del metro y recibes un nuevo correo; la reunión ha cambiado de ubicación. Has de ir a las nuevas oficinas de la empresa de las que no sabes dónde se encuentran. Menos mal que te envían un enlace que, al pichar sobre él, el SP abre un visor de mapas que te da la ruta desde tu ubicación hasta la nueva oficina (Google Maps). Coges un taxi, le das la dirección y… es nuevo en el oficio y no tiene ni idea de qué le hablas. Vale, ‘no problem’. Pulsas en el SP, sobre el mapa, el botón de «Navigate» y se abre el navegador (Google Navigator), que le va cantando al taxista por dónde tiene que ir. Justo al llegar, el SP te da aun aviso de que faltan 10 minutos para el inicio de la reunión y que esta se celebra en la sala Magna de la tercera planta… ¡justo a tiempo!
Es el momento de explicar tu visión del proyecto frente al auditorio. Conectas el SP al proyector a través de un cable HDMI y accedes a tu presentación (Google Drive). Al finalizar todos quieren saber más sobre tu proyecto, así que te piden tu tarjeta… y tú les das tu tarjeta QR y te haces con las suyas también (1QR).
Para la siguiente reunión requieres de la participación de un compañero que aún no ha llegado. Han intentado localizarlo, pero no responde. ¿Habrá aterrizado ya su avión? Coges tu SP y compruebas en qué punto y estado se encuentra su vuelo (FlightTrack). ¡Fijo que no llega a tiempo!
A la espera de su llegada, decides sociabilizarte un poco, conectándote a los distintos servicios sociales en los que tienes cuentas abiertas. Te llega un SMS (per cómo, ¿aún hay gente que usa éso?) en el que desde la oficina de Palma te indican que uno de los documentos Office que llevas en la MicroSD del SP ha sido modificado y que está en la carpeta departamental, en la ‘nube’. Accedes con tu SP a él (DropBox), le echas un vistazo, realizas algunas correcciones (QuickOffice) y lo imprimes (MotoPrint).
Finalmente tu colega te llama al SP por video conferencia (Skype). Imposible llegar a tiempo a la reunión. Bueno… en esta vida casi todo tiene solución. Decides que la reunión se haga virtualmente (GoToMeeting) y durante la presentación de tu compañero tomas algunas notas al vuelo (EverNote), en la ‘nube’, ‘of course’, para después acabar de perfilarlas desde el PC de la oficina.
Ha sido un duro día de trabajo y ahora te mereces un descanso antes de volver a casa. ¿Dónde puedes relajarte un poco? SP en mano y a ver qué hay cerca de dónde estás (Google Local). Lees las opiniones positivas de un Lounge Bar que hay próximo y… sí, te mola. Aprovechas el camino para hacer alto de turismo, así tiras de la realidad aumentada y SP en mano vas apuntando a los edificios con les que te encuentras, mientras éste te va dando información sobre lo que estás viendo (Layar).
En el Lounge Bar te pides un Gin Tonic y sigues con la lectura, en formato E-Book, de la última obra de Carlos Luis Zafón desde tu SP (FBReader). Le echas una foto al local (que mola mazo) y, ya de paso, la retocas y la compartes (Instagram).
Ya en el aeropuerto, para matar el tiempo, sacas el SP del bolsillo, te echas una partidita (Angry Birds) y, como que hay retraso, te pones a ver tu último ‘download’ pirata, Prometheus, en HD, claro. A la hora de embarque un «ya salgo, cari» por el WhatApp, apagas el móvil y a volar, de vuelta a casa.
Y ahora que alguien me diga… ¿no son encantadores estos aparatejos? ¿Te imaginas vida inteligente sin ellos?